tag:blogger.com,1999:blog-26526783228293344132024-03-19T03:59:00.355-07:00Impresiones y andanzasÁLBUM DE INCURSIONES HETERODOXAS EN NUESTRA CONTEMPORANEIDAD.Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.comBlogger1003125tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-15580250114283634632024-03-07T13:20:00.000-08:002024-03-07T14:26:33.814-08:00FASTO NEFASTO<p> No deparó Amor porfía</p><p>que caer en brazos de una arpía,</p><p>quién los goces de Venus</p><p>trocó en venenos,</p><p>afrentas los dulces besos,</p><p>acíbar el licor de sus senos,</p><p>purgas los demás frutos</p><p>y los sueños de amor, quebraderos.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-8562385838538991692024-03-01T15:27:00.000-08:002024-03-04T03:20:08.718-08:00ARPEGIOS<p>Río de desesperanza</p><p>cuadriláteros de anhelo</p><p>blanda argolla del silencio</p><p>donde halla cabida el seno</p><p>postergado de la aurora,</p><p>y tiembla el necio en ignorancia</p><p>descarríado en la urdimbre</p><p>de su canto rutinario</p><p>asomado al vano nocturnal</p><p>constante frío desapego</p><p>del lecho que aguarda</p><p>bajo la rama donde el búho ulula</p><p>un escalofrío de escarcha.</p><p><br /></p><p>Paciente muchedumbre</p><p>que transcurre obnubilada</p><p>por túneles avenidas estaciones</p><p>síntomas trepidantes de la urgencia</p><p>desencantando sombras que pasan</p><p>en desvanecidas ráfagas</p><p>entre brillos de cristales rutilantes</p><p><br /></p><p>sutil pestañeo de ojos voraces</p><p>que miran la raíz extinguida de las horas</p><p>tras sonrisas tétricas de calaveras hueras</p><p>que el yodo esteriliza</p><p>al supurar la herida purulenta</p><p>que la muerte masca</p><p><br /></p><p>geografía de naufragios</p><p>conscientes hemisferios de rocío</p><p>en el océano inquietante</p><p>donde se desnuda el virginal pudor</p><p>y la carne estremecida</p><p>se inunda de esperanza</p><p>pura como lágrimas.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-28048245852252897802024-02-24T07:08:00.000-08:002024-02-24T07:08:05.312-08:00SILENCIO DE DIOS<p> NOS SORPRENDE EL SILENCIO DE DIOS</p><p>PORQUE SU OBRAR ES CALLADO.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-3828316877642265932024-02-22T13:37:00.000-08:002024-03-18T11:47:15.033-07:00ODA A JEREMÍAS JOHNSON<p> </p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4vZVirQdhJVLke4HVgTkMvLhDJciy3hSYU8mSyB3D9lcEX6GIby5v7Ky_BmHzXp2woKnBmvJvd3BBThpjZbm4ZeEUG5J1961HhL6RtZz2KImoNnDNj9uGd-5U09z-0F2OCu6Gl4mWkj2DvVwK3xwfp7aR1Zg3pqQCHWKEelOyb25NT64727poKhpK7G8/s4080/IMG_20240212_130756.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4080" data-original-width="3060" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4vZVirQdhJVLke4HVgTkMvLhDJciy3hSYU8mSyB3D9lcEX6GIby5v7Ky_BmHzXp2woKnBmvJvd3BBThpjZbm4ZeEUG5J1961HhL6RtZz2KImoNnDNj9uGd-5U09z-0F2OCu6Gl4mWkj2DvVwK3xwfp7aR1Zg3pqQCHWKEelOyb25NT64727poKhpK7G8/s320/IMG_20240212_130756.jpg" width="240" /></a></div><br />Para él va este canto, <p></p>
<p>a quien fuera el águila</p>
<p>vencedora de los cuervos</p>
<p>y cuya leyenda recogiera</p>
<p>la memoria de las cumbres</p>
<p>por la nieve coronadas!</p>
<p><br /><br />
</p>
<p>Se llamaba Jeremías Johnson</p>
<p>y quería ser un hombre de las montañas.</p>
<p>Abandonó el valle y las rutas del mar,</p>
<p>atraído por el gélido silencio de los riscos,</p>
<p>que remontan el techo de las nubes</p>
<p>en diálogo estrecho con los astros.</p>
<p>Un trampero en cierto <i>store </i></p>
<p>le habló de vírgenes espacios</p>
<p>allende las praderas,</p>
<p>en esa espina dorsal de América</p>
<p>con el nombre de Rocosas. </p>
<p>Alli se encuentran picos</p>
<p>de altura inmaculada,</p>
<p>y parajes inauditos de perpetua nieve;</p>
<p>y aunque de hecho por esos años</p>
<p>ya la caza había mermado,</p>
<p>todavía su comercio sustento procuraba.</p>
<p>Johnson, sediento más de vastedades</p>
<p>que de tumulto humano , no dudó</p>
<p>y soltó todas sus ataduras, ávido de libertad.</p>
<p>Desorientado y harto del sinsabor del mundo,</p>
<p>remontó las turbulencias de un gran río</p>
<p>en una balsa de troncos con otros osados,</p>
<p>a quienes aún tentaba el resplandor del oro,</p>
<p>hasta una colonia aislada en la cordillera.</p>
<p>No demoró mucho en resolver sus tratos,</p>
<p>hizo acopio de pertrechos y, sin mirar atrás,</p>
<p>se adentró temerario en la foresta,</p>
<p>con una yegua y una mula, su escopeta,</p>
<p>más sus ansias de aventura,</p>
<p>olvidando los afanes del llano,</p>
<p>sus ambiciones y pendencias,</p>
<p>celebraciones y guerras; vislumbrando</p>
<p>un punto del horizonte inalcanzable</p>
<p>donde averiguar entre la majestad de piedra</p>
<p>si existe un Dios sobre la tierra</p>
<p>que habite las altas cimas.</p>
<p>Ha su vista se extendía lo ignorado,</p>
<p>un albur de incertidumbres y promesas,</p>
<p>un libre espacio de soledad,</p>
<p>de bosques y de prados,</p>
<p>de desfiladeros, grutas y corrientes,</p>
<p>de barrancos y vaguadas,</p>
<p>promontorios y riscos, cumbres</p>
<p>desde donde se tocan las nubes,</p>
<p>bajo las que se divisa</p>
<p>un edén no profanado</p>
<p>donde merodea el oso, aúlla</p>
<p>el lobo bajo la luna helada,</p>
<p>pace el ciervo junto a los arroyos, </p>
<p>y domina los cielos el águila blanca, </p>
<p>avizorando vertiginosos abismos</p>
<p>y recortando el paisaje con sus alas.</p>
<p>Desde la altas cimas nunca escaladas</p>
<p>bajan tempestuosos los torrentes,</p>
<p>saltan sobre las peñas en cascada,</p>
<p>hasta alcanzar los valles convertidos</p>
<p>en afluentes, junto a los que el indio,</p>
<p>altivo y belicoso, de huraño trato,</p>
<p>asienta sus tiendas y abrevan las manadas.</p>
<p>Crows, arapahoes, cheyenes, pies negros,</p>
<p>siuox, penetraron la boscosa inmensidad</p>
<p>en edades legendarias;</p>
<p>y aletargados bajo el tipi,</p>
<p>junto al calor de las brasas,</p>
<p>sucediéndose las generaciones</p>
<p>transcurren sus largas invernadas</p>
<p>y se yerguen aguerridos</p>
<p>con renovado vigor las primaveras.</p>
<p>Cazan, pescan, guerrean,</p>
<p>curten sus pieles, festejan,</p>
<p>adoran sus totems, rehuyen</p>
<p>la vecindad del europeo</p>
<p>y persiguen al bisonte en las praderas.</p>
<p>El recién llegado con ellos topa</p>
<p>en encuentros esporádicos;</p>
<p>de lejos los sorprende</p>
<p>en su vagar furtivo;</p>
<p>se siente observado cuando</p>
<p>captura a la trucha en el río,</p>
<p>acecha a un ave o en el roquedo vivaquea.</p>
<p>Evita cualquier rencilla </p>
<p>que pueda romper tal concordia,</p>
<p>la tácita desconfianza de ambas razas.</p>
<p>Por eso busca las tierras altas</p>
<p>donde sus caminos no coincidan,</p>
<p>eludiendo las fronteras invisibles,</p>
<p>ese palmo vedado de terreno</p>
<p>donde el piel roja acota su despensa</p>
<p>o habilita sus sepulcros y reliquias.</p>
<p>Cae la nieve, y queda aislado;</p>
<p>solo tiene al fuego por amigo,</p>
<p>cuya chispa el pedernal inflama,</p>
<p>iluminando las noches</p>
<p>con resplandor estrellado,</p>
<p>bajo el que duerme u observa.</p>
<p>Caza, sestea, sus trampas tiende,</p>
<p>por si en ellas atrapa algún castor</p>
<p>u otra especie cuya piel se precie.</p>
<p>En derredor todo es silencio,</p>
<p>salvo una voz que le habla, la soledad.</p>
<p>Se tarda tiempo en conocer el monte,</p>
<p>la espesa fronda, el silbar de viento,</p>
<p>la lluvia, la helada, las crecidas,</p>
<p>el pozo de las noches cuando no hay luna,</p>
<p>del rumor del bosque las muchas voces,</p>
<p>el eco ensordecedor de las alturas.</p>
<p>El neófito, paso a paso, las artes</p>
<p>de sobrevivir aprende en la foresta;</p>
<p>se adiestra en zurcir sus pieles,</p>
<p>se aclimata al rigor de la intemperie,</p>
<p>al acecho cruento de las fieras;</p>
<p>alivia algún momento sus males</p>
<p>compartiendo liebre con algún anacoreta</p>
<p>que el bosque profundo acoge</p>
<p>como el regazo de una madre atenta.</p>
<p>De ellos aprende el sentir </p>
<p>sigiloso de los montes,</p>
<p>el calado de la soledad</p>
<p>(sólo el rifle le acompaña),</p>
<p>el comercio con el indio</p>
<p>y el sendero de esa libertad </p>
<p>que nunca se acaba de encontrar.</p>
<p>Por su roce habituado con las tribus,</p>
<p>fruto del trueque y la matanza,</p>
<p>cupo el azar favorable</p>
<p>de obtener mujer y un niño abandonado,</p>
<p>teniendo que variar su gusto</p>
<p>por la trashumancia, el vagar sin saber</p>
<p>la seguridad de mañana, y buscar</p>
<p>un terreno donde emplazar una cabaña.</p>
<p>En levantarla pusieron sentido y sudor,</p>
<p>el huérfano, la india y el cazador;</p>
<p>sobre cimientos de sueños que perduran,</p>
<p>seis manos construyendo una esperanza.</p>
<p>Cuando estuvo acabada,</p>
<p>en ella recuperó la sencilla</p>
<p>experiencia del hogar, la comodidad </p>
<p>del techo olvidado de la infancia,</p>
<p>cómo sabe el calor de una mujer</p>
<p>bajo las mantas,</p>
<p>el juego infantil frente a la casa,</p>
<p>el gusto de la pipa junto al brasero...</p>
<p>Recupera con el trato la blanda sonrisa</p>
<p>el hosco rostro ultramontano;</p>
<p>delicada se torna su rudeza asilvestrada.</p>
<p>Meses disfruta cual regalo tal idilio,</p>
<p>hasta el día cuando parte,</p>
<p>solicitado por el yanky, a rescatar</p>
<p>a unos colonos en la nieve extraviados,</p>
<p>inutilizadas carretas y enseres sobre un barranco.</p>
<p>Y sin saber por qué ni cómo</p>
<p>Se rasgó el sutil velo que mantenía</p>
<p>indemne la convivencia con las tribus,</p>
<p>la tácita armonía entre las almas,</p>
<p>la ley callada de la tierra.</p>
<p>Ignorante la partida ha profanado</p>
<p>el reino de los espíritus del indio,</p>
<p>la paz inviolable de sus muertos,</p>
<p>al cruzar sigilosos el tétrico cementerio</p>
<p>entre los montes acotado.</p>
<p>Con sutil instinto, veloz</p>
<p>percibió el trampero signos en los cielos
</p>
<p>y los bosques que auguraban amenazas,</p>
<p>Ráfagas de incertidumbre helada</p>
<p>que calaban hasta el hueso.</p>
<p>Durante el regreso a casa,</p>
<p>Un presentimiento hostigaba sus entrañas</p>
<p>y mortificaba sus sesos.</p>
<p>Cuanto llegó, no tuvo más </p>
<p>que confirmarlo: los halló muertos;</p>
<p>a su India y al muchacho;</p>
<p>torturados y masacrados a lanzazos</p>
<p>por una partida de Crows sanguinarios, </p>
<p>que en sus cadáveres saciaron </p>
<p>el sádico apetito de aberraciones y ritos.</p>
<p>Nunca pensó que su pecho</p>
<p>pudiera albergar tan hondo quebranto.</p>
<p>Arrojó al fuego cada vivencia</p>
<p>cuyo recuerdo pudiera remorder</p>
<p>el firme propósito de conciencia.</p>
<p>Con la cabaña ardieron todos</p>
<p>los lazos que lo unían a una tierra,</p>
<p>a un refugio y a un amor;</p>
<p>para la vida sólo restaba el errabundo</p>
<p>sin hogar y sin destino,</p>
<p>sombrío jinete desalmado</p>
<p>entrevisto en el páramo o el alcor.</p>
<p>Cualquier humano afecto</p>
<p>le había sido proscrito;</p>
<p>en su fuero sólo alentaba la fiera</p>
<p>vengativa, de sangre sedienta,</p>
<p>sembrada de muerte y violencia.</p>
<p>A los viles cuervos asesinos los mató</p>
<p>en la noche, cuando bajo la luna</p>
<p>sus cruentos trofeos festejaban,</p>
<p>no dándoles tregua en la ruda pelea</p>
<p>ni sosiego a su furia justiciera. </p>
<p>Frente a sus rifles, de nada</p>
<p>sirvieron la flecha y el hacha,</p>
<p> el lanzazo o la seca cuchillada.</p>
<p>Perpetrada la matanza,</p>
<p>descansó junto a los muertos
</p>
<p>de su esfuerzo monstruoso,</p>
<p>a su vez malherido y roto,</p>
<p>hasta una nueva alba de terror.</p>
<p>Desde entonces los salvajes,</p>
<p>transgredida la ley de los lares montañosos,</p>
<p>jugaron con él al ratón y al gato.</p>
<p>Los más feroces guerreros Crow</p>
<p>seguían de cerca sus pasos,</p>
<p>en busca de un galardón</p>
<p>que colmara sus ínfulas de machos.</p>
<p>No quedaba mayor honra en la tribu</p>
<p>Que alancear al altivo enemigo</p>
<p>que el valor de sus bravos humilla,</p>
<p>y que de sus vísceras extirpadas</p>
<p>engulle del vigor la semilla.</p>
<p>Muchos valientes le retaron,</p>
<p>o lo sorprendieron por la espalda,</p>
<p>o se batieron con furibunda saña.</p>
<p>Pero solo conocieron la derrota,</p>
<p>la herida del puñal en sus entrañas,</p>
<p>el abrazo de la muerte helada.</p>
<p>Su fama de invencible traspasó</p>
<p>la majestad de las montañas </p>
<p>y se divulgó de aldea</p>
<p>en aldea por la pradera.</p>
<p>Su mito y asombro de bravura</p>
<p>todavía recorre esas alturas,</p>
<p>donde su grito dominador aún se proclama.</p>
<p>Y lo recuerdan los niños en sus juegos</p>
<p>y se dice que los indios lo veneran,</p>
<p>lo celebran en sus danzas</p>
<p>y que, reunidos en tribales ceremonias,</p>
<p>relatan la memoria de sus hazañas .</p>
<p><br /><br />
</p>
<p><br /><br />
</p>
<p><br /><br /><br />
</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-87611644882467262842024-02-22T06:14:00.000-08:002024-02-22T06:14:54.821-08:00Modos de mirar la luna<p> </p><p style="margin-bottom: 0cm;">MODOS DE MIRAR LA LUNA</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">Luna nimbada de agosto,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna perlada en invierno,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna que mira el fondo del pozo,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna menguada de amores nocturnos,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna velada en la aurora fría,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna del recuerdo donde</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">comparé su soledad a la mía,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna a la que ladra el perro</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">persiguiendo su rastro de sueño,</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">luna donde el tiempo se mira.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-52384710988514008812024-02-20T14:00:00.000-08:002024-02-21T10:45:55.216-08:00Leyendo el Verano, de Camus<p> He leído el librito El Verano, de Camus, por recomendación de Manuel Vicent en la presentación de su biblioteca personal. Muchos son los acentos de esta breve obra, la añoranza por lo fugitivo, la pulsión mediterránea que el propio Vicent resalta, la reflexiva cávila por la condición incierta y pasajera del hombre. En ella Camus describe su terruño, ese Magreb de aridos ocres, tórrido, bendecido por la caricia salutífera del Mediterráneo. He apreciado la garra de la prosa de Camus, precisa como en los mejores momentos de El Extranjero. Pero de todo el libro me ha quedado grabada una frase referente al alarido del Don Giovanni, de Mozart, cuando es asumido por las tinieblas eternas. En estos días visiono en You Tube una puesta en escena de dicha ópera que verdaderamente me ha sobrecogido, interpretada por Samuel Ramey y Kurt Moll. En muchas de las escenografías de esta obra la pléyade diabólica que acude a la captación del réprobo, se sugiere como una escuadra de demonietes carnavalescos, entre llamas de artificio, dispuestos a escarnecer al condenado. Pero en éste particular montage los demonietes son suplantados por cadáveres y espectros que brotan de las entrañas de la tierra con propósitos nada halagüeños; en el mejor de los casos engullirlo hasta las grutas de Proserpina. Al disoluto no le queda más recurso que el grito, tan desgarrador que sacude la inocencia de las almas que lo escuchan. Un grito cuya calidad nos estremece, porque abarca la desesperanza de la muerte, los tormentos de la condenación. Un grito que solo comprende la experiencia pecadora. Entiendo sin embargo que tal grito es incomprensible desde el absurdo existencial de Camus, pues en el va intrinseco una conciencia del bien, la dualidad moral de lo vivo, no el desaliento inerte del vacío, de la nada que envuelve al hombre escindido del cosmos.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-17636125899749588062024-02-20T03:42:00.000-08:002024-02-20T07:38:44.973-08:00A la estatua de Adolfo Suárez<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLspOgPMb5y39RCXpdQBJ7jdh7PeDNRWIWfkYdcpdziQ8R30OCh6pXQLGBryehl26rnIfcfgeNDGWwggJi_FilPoNllRbEyO3MWhhfrhnSfjk_lAxxX5QTz3Bj0e-qQ_QvPtq0jasZm51jqdVs_Dy6MUcutz9YszDrGJYShodFi4aAAG3ArHLohnK9_N8/s275/descarga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLspOgPMb5y39RCXpdQBJ7jdh7PeDNRWIWfkYdcpdziQ8R30OCh6pXQLGBryehl26rnIfcfgeNDGWwggJi_FilPoNllRbEyO3MWhhfrhnSfjk_lAxxX5QTz3Bj0e-qQ_QvPtq0jasZm51jqdVs_Dy6MUcutz9YszDrGJYShodFi4aAAG3ArHLohnK9_N8/s1600/descarga.jpg" width="183" /></a></div><br />En el medio de la plaza<p></p><p>estás plantada, a los pies</p><p>de esas murallas que no olvidan</p><p>el recuerdo de España.</p><p>Desafiando esa intemperie</p><p>cruda en los inviernos,</p><p>tórrida en estío, sin sombrero</p><p>ni paraguas que mitiguen </p><p>y la escarcha y la canícula.</p><p>Contemplando esos muros</p><p>quietos y el paso lento</p><p>del tiempo sin relojes.</p><p>Vistiendo el traje sobrio</p><p>que exigían tus funciones</p><p>y la pose gallarda, </p><p>serena la mirada,</p><p>de quien supo reunir en esperanza</p><p> a las dos Españas enfrentadas.</p><p>Asi recuerda Ávila,</p><p>mística y fría,</p><p>tu posteridad sosegada,</p><p>tu vida valiosa</p><p>y tú muerte desconsolada.</p><p><br /></p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-13497584801130041922024-02-14T17:13:00.000-08:002024-02-20T08:15:19.767-08:00LA HIGIENE ÍNTIMA DE ANTONIO MACHADO<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja_XQhyphenhyphenzEC66k6AqLC1-dmLBj7xE0sx5fQeO3SXv-rFrGP4nQ8lg-85K2GPQeGQIc_tln5LNoUjbyRrpjWIOrMdoiTh6rb00Y8xQO7WruiLgNFo3E8MYjcRJ5_EVRSVkfWtyUFgP6c-Esj0ezm3PCh9dSQTb5ft14CHWQNeFe8F-TJ0Uk-Wr-GnbQxaCo/s187/descarga%20antonio%20machado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="176" data-original-width="187" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja_XQhyphenhyphenzEC66k6AqLC1-dmLBj7xE0sx5fQeO3SXv-rFrGP4nQ8lg-85K2GPQeGQIc_tln5LNoUjbyRrpjWIOrMdoiTh6rb00Y8xQO7WruiLgNFo3E8MYjcRJ5_EVRSVkfWtyUFgP6c-Esj0ezm3PCh9dSQTb5ft14CHWQNeFe8F-TJ0Uk-Wr-GnbQxaCo/s1600/descarga%20antonio%20machado.jpg" width="187" /></a></div><br /> Hoy, 10 de febrero de 2024, he realizado una excursión a Segovia. La ciudad parece vivir, así como Toledo, del turismo, procedente en su mayor parte de Madrid y compuesto por una muchedumbre heterogénea que busca ese matiz peculiar de lo que significa España. Como Toledo, Segovia también rebosa historia; su fundación parece remontarse a los romanos, quienes construyeron su monumento más significativo: El Acueducto. Logradísima obra de ingeniería que se ha mantenido en pie desde hace casi dos milenios. Dos polos dispares atraen en la ciudad al visitante, el monumental y el gastronómico. Numerosos ejemplos se suman al primero de ellos, haciéndonos admirar el románico de sus iglesias, las tracerías góticas de los ventanales en algunas moradas, la belleza de sus plazas seculares, y la singular arquitectura en muchos de sus edificios, entre los que destacan la casa de los Picos y los palacios cuyas fachadas realzan la plaza de Juan Bravo, acaso la más sugestiva de la ciudad. Sobresale entre los itinerarios posibles de la misma el viejo barrio de la judería, ceñido por las pretéritas murallas medievales y con unas vistas imponentes sobre el barranco donde otrora discurriera el Eresma. Y, claro, no pueden faltar las tres joyas monumentales que la caracterizan, contando con su plaza Mayor: el Acueducto, la Catedral, y el Alcázar.<p></p><p>El otro polo, el gastronómico, goza de numerosísimos ejemplos diseminados por la urbe, donde afamados restaurantes ofrecen su menú más típico, compuesto de judiones, cochinillo asado y ponche segoviano como postre. A los pies del Acueducto se sitúa el establecimiento de más renombre, Casa Cándido, cuyo legendario fundador enseñaba por televisión a los españoles de pasadas décadas a preparar, servir y saborear el cochinillo.</p><p>Es recomendable visitar casi todos sus monumentos. Admirar el Acueducto en su prolongada extensión, visitar las joyas de la Catedral, y la significación histórica del Alcázar. Pero junto a éstos indispensables emblemas segovianos, la ciudad ofrece otras opciones, acaso más modestas pero que suscitan también interés. Entre ellas se encuentra las casa en la que habitara durante sus tiempos como profesor en Segovia el poeta Antonio Machado. Nos es Segovia la única que recoge esta memoria del itinerario machadiano; la secundan Soria, donde subsiste el aula del instituto donde dio clase y la iglesia en la que contrajo matrimonio con Leonor, y Baeza (Jaén) donde creo que asimismo se conserva la modesta clase donde ejerció la docencia. Pero en Segovia, ya digo, este espacio lo reclama la modesta pensión donde habitó. Había visitado el lugar en un viaje precedente, pero esta vez lo encontré algo cambiado. Parece ser que las autoridades municipales y culturales han comprendido la importancia que para la ciudad reviste el haber tenido al poeta de Campos de Castilla como huesped. Y al parecer han decidido actuar en consecuencia. De la visita de años atras recuerdo una morada viejísima, algo desasistida, de la que sólo llamó mi atención el humilde cuarto del poeta. En mi reciente visita, nada más entrar me tropiezo con una estanteria nutrida de libros y objetos de índole machadiana. Existe una taquilla donde exigen abonar una cantidad al visitante como entrada, que incluye un servicio de audio guía por el que una voz impostada te va poniendo en antecedentes de los pormenores de la vivienda y las vicisitudes del poeta</p><p> Pertenecía el inmueble a una casera de nombre Remedios, aunque quiza mi memoria yerre, dama pulcra y `pundonorosa que hospedó al venerable poeta, a quien tras su muerte procuró que su recuerdo perdurara en las estancias, cuidando los objetos y documentos que le pertenecieron. Hoy día en la casa, además de haber sido tomada por el reclamo turístico, se reconoce que se han volcado en ella las entidades culturales ciudadanas. Sus rincones rebosan homenajes de todo tipo, descriptivos o fetichistas, tratando de transformar la figura del poeta en sujeto de curiosidad e interés hasta para quienes no han leído un poema en su vida.</p><p>Durante mi periplo por la casa, llena de objetos que probablemente muchos de ellos no estuvieron a la mano de don Antonio, lo que más me impactó fue el aseo. Una toilette que me recordaba las precarias condiciones de los aseos de antes, paupérrimo y destartalado, con un lavabito y un water descarnado, coronado por una desportillada cisterna de esas de cadena, anteriores a los usados en los últimos lustros del pasado siglo. Desgraciadamente, se me antoja que ese Machado anterior a la II ª República no gozaría, ni en tan misérrimo estado, de los beneficios que la marca Roca prodigó por la geografía nacional, y tendría que conformarse con un ominoso retrete de ladrillos o argamasa seguramente, al que habia que anegar con pozales de agua para que los detritus discurrieran por los inadecuados desagues. Seguramente, Machado, en su modesto dormitorio, frente a la cama de barrotes metálicos, dispondría de una jofaina con los que cumplimentaba sus enjuagues y abluciones, a los que se restringía el breve aseo de otros tiempos. Pero, ¿ y la poesía? Como el poeta sabía encontrarla en las pequeñas cosas, no le quedaba más que escrutar a través de las ventanas y reparar en los tejados musgosos de las casas bajo los que se esconde la vida castellana. De esa Castilla que estremecía el corazón de los noventayochistas.</p><p> </p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-58215819929798884992024-02-11T13:15:00.000-08:002024-02-11T14:36:04.924-08:00El culto de los héroes<p> En este último viaje a Madrid, está mañana, durante la visita al Rastro, he descubierto que en la placa conmemorativa al ínclito Cascorro, puede leerse: A Eloy Gonzalo, el pueblo de Madrid. "Casual" coincidencia con el apellido del sargento de brega con que me tocó lidiar en la mili, en el cuartel de Oviedo. Ahora comprendo las osadías del gallardo sargento y su apremio por emular a su tocayo héroe de Cuba, a quien nos ponía como modelo ejemplar de soldado. De mi sargento del Milán ignoro si granjeó alguna distinción al valor o recabó alguna "vidilla" frente a la sombra que imponía Cascorro. El valor como a todo quisque se le supone.</p><p>Trasladándonos a otra parte de Madrid, en la plaza De Oriente, se erige otro monumento a un soldado que , como Cascorro, en el prolijo escenario de las guerras patrias, está vez en el norte de África, derramó su sangre en una acción gloriosa que mereció el sin par bronce que lo rememora, en lugar tan eminente. Se llamaba el cabo Noval y sirvió en el regimiento Príncipe 3, el mismo regimiento en el que yo presté mi servicio como soldado. Por el apellido debió ser asturiano. Hay algo emocionante en todo esto.</p><p><br /></p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-71987788045595685332024-01-31T11:07:00.000-08:002024-01-31T13:35:27.391-08:00A la sociedad<p> Cuando joven me negaron el bocado</p><p>Porque no alcanzaba las demandas,</p><p>Y ahora que la excelencia cumplo,</p><p>Igualmente lo deniegan.</p><p>Será el "bocado " una utopía?</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-86411884734298938842024-01-28T08:12:00.000-08:002024-03-12T17:12:58.681-07:00¿Es Deckard un Replicante?<p>Confieso que las primeras veces que vi Blade Runner Deckard me pareció un personaje perfectamente humano. Me convencían de ello sus reacciones frente al dolor, a la angustia, su instinto de supervivencia o sus miedos; también la alteración de su conciencia frente a un hecho que repugna, como el asesinato, aunque se perpetre sobre humanoides de laboratorio, y que le lleva a cauterizar sus remordimientos recurriendo al alcohol.</p><p>Sin embargo, durante el desarrollo del argumento se nos proporcionan pistas aclaratorias sobre su identidad que convencen al espectador sobre su naturaleza no humana, La primera de ellas es la crudeza con que el capitán Bryant lo conmina a ejercer su oficio de Blade Runner, concretado en la respuesta: ¿Sin elección...? Si Deckard no hubiera sido una criatura destinada a ejercer dicha tarea, su aceptación sumisa de la orden de su superior no hubiera tenido sentido. Aunque quizá este punto no sea del todo definitorio sobre su verdadera genética, pues pueden aducirse conclusiones de muy distinta naturaleza.</p><p>La critica coincide en que la secuencia del film donde se nos revela la biología artificial de Deckard es la desarrollada cuando él se halla en su apartamento, sentado frente al piano, y examina las fotos familiares, las cuales le evocan la vision de un Unicornio a la carrera, grabada en su subconsciente con toda la incongruencia de un ensueño. Cierto es que si Deckard hubiera sido humano, sus recuerdos familiares no se limitarían a testimonios fotográficos o a ensueños arbitrarios e inconexos, sino que gozaría de la compañía de parientes vivos, pues se trata de un hombre aún joven a quien bien pueden sobrevivirle padres, hermanos, o cualesquiera otros allegados. Pero Deckard es un solitario perdido en un agujero remoto de la galaxia.</p><p>Y si analizamos con detenimiento algunos diálogos dispersos por el guión, en ellos pueden encontrarse lecturas que nos revelan en parte la subrepticia naturaleza del eficiente Blade Runner.</p><p>La tercera clave que nos desvela el enigma más definidamente es la escena final, cuando Rachel sale del apartamento y arrastra con el zapato la figurita de papiroflexia, realizada por el ayudante de Bryant, que Deckard recoge del suelo constatando que la policia se halla al tanto hasta de sus más personales e intimos recuerdos, cosa inconcebible si no le hubieran sido implantados y conocidos de antemano por sus creadores.</p><p>Por tanto su huida no responde al la de un humano compasivo frente a una criatura nexus 6 a la que ama, sino a la de dos Replicantes que buscan liberarse del celo opresivo de sus amos.</p><p>No obstante creo que existe un otro matiz en la historia, el de que Deckard sabe de principio a fin del argumento que, como Roy, Kovalski, Zhora, Priss, Rachel, él es tambien un Replicante.</p><p><br /></p><p><br /></p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-22017370184861120732024-01-26T15:17:00.000-08:002024-01-27T07:43:46.068-08:00De Sánchez Dragó<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRGULVk6vyI1TL5Uy7goinLvH4Z-PiYCoX5lX1IdV0kUpRfpNVyIbDB90Iul-SlT7sbhUbnEbLlXl9C4k4eezAXBlQ_dO0-yEB3bbV39rHbsQacNDL2dCY7NY76Clbxui3UwvAcGltM68OWVjx-TIRJNrvf5XtaDIXYAueUGBcXc0l74vVRm42YworpBU/s276/descarga%20(6).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="183" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRGULVk6vyI1TL5Uy7goinLvH4Z-PiYCoX5lX1IdV0kUpRfpNVyIbDB90Iul-SlT7sbhUbnEbLlXl9C4k4eezAXBlQ_dO0-yEB3bbV39rHbsQacNDL2dCY7NY76Clbxui3UwvAcGltM68OWVjx-TIRJNrvf5XtaDIXYAueUGBcXc0l74vVRm42YworpBU/s1600/descarga%20(6).jpg" width="183" /></a></div><br /> El único libro que poseo dedicado y firmado por un escritor de fama es La carta de Jesús al papa, de Frenando Sánchez Dragó. No atesoro más libros de este jaez porque me resulta ominoso semejante protocolo; además de que al igual me resulta pesado tener que aguardar en una cola interminable para que tan gregaria bendición parnasiana se consume. Suelo rehuir estos homenajes hacia los escritores que gozan de éxito comercial, porque en su mayor parte su literatura no despierta mi incondicional entusiasmo.<p></p><p>Lo de Sánchez Dragó fue una excepción. Había seguido su trayectoria desde que se dio a conocer en televisión en el programa Encuentros con las letras. Pronto conocimos su variopinta biográfica, sus filias y fobias literarias, sus dimes y diretes. Reconozco que en el momento de la firma pasé un mal trago: el de quedarme como una pasmarote sin saber qué decir ni poder intercambiar unas mínimas frases cordiales y afables con el autor. Me sentía abrumado, menoscabado al enfrentarme a un escritor existoso, que había consolidado un camino venturoso en el mundo de las letras y que además era un donjuán y un trotamundos, al cual no faltaban redaños ni galardones. Ante él, me sentía minimizado. Yo, un aspirante a escritor, cuyas trabajos nunca habían recibido la menor mención, incapaz de emborronar más allá de un par de folios al día,. me veía y medía frente a un hombre que compaginaba la escritura, la enseñanza, el periodismo, la televisión, en fin, un auténtico animal literario, casi un coloso. En definitiva, me fui con el ejemplar firmado bajo el brazos y abochornado por mi comportamiento timorato, incapaz del tú a tú con tal eminencia heterodoxa de las letras. He de manifestar, sin embargo, que dicho comedimiento se da en mí al acercarme a muchos escritores. Estuve a un metro de Vargas Llosa y tampoco supe qué decirle; no se si fruto de la timidez o el orgullo. Me cuesta hablar ponderativamente, con adulación. En este último caso, preferí dejarlo pasar.</p><p>Guardo en mi biblioteca parte de la obra de Fernando, entre ellas dos ediciones distintas de Gargoris y Abidis, que todavía no he leído, y alguna que otra más de sus obras( ayer mismo adquirí de segunda mano Las Fuentes del Nilo), las cuales me cuesta trabajo abordar porque imagino que lo que se cuenta en ellas ya ha sido divulgado por el autor a través de las pantallas de televisión y los canales de You Tube.</p><p>Tiempo después de la escabrosa firma, tuve la satisfacción de compartir una tarde cerca de él, aunque tampoco llegué a saludarlo personalmente, durante un debate (no recuerdo si presentación de alguno de sus libros) realizado en la carpa de una Feria del libro que se celebró en Alicante, en la cual yo divulgaba también alguna de mis novelas.(¡ Ahora recuerdo que el debate versaba sobre su libro Muertes paralelas!) Durante dicho acto, puede hacerme una imagen más cabal de él como individuo y como escritor. Sin duda era un hombre que tenía el don natural de la palabra, don que continuaba a través de sus escritos y se manifestaba en su versatilidad como animal mediático. Puedo decir hoy por hoy que, aunque no comparta alguna de su opiniones y mantenga bastantes reservas en cuanto a sus creencias religiosas y filosóficas, reconozco en él a uno de los más interesantes escritores de los ultimos decenios de nuestra literatura. La admiro por su enorme fecundidad y por ese talante peculiarisimo de extraordinario individuo que fue, un grande de la vieja escuela., de quien asegura Ramón Tamames que hubiera organizado una gorda en la política española si la muerte, siempre traicionera, no lo hubiera sorprendido en su refugio de Castilfrío.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-19028400797532284412024-01-13T16:20:00.000-08:002024-01-16T10:35:18.414-08:00Cuestiones cuestionables<p> Sólo una letra separa a la mujer pura de la puta.</p><p>Nadie enmendará mi opinión de que tras el coito</p><p>sólo persista la orfandad de la muerte.</p><p>Ahora acierto a comprender</p><p>por qué a copular llama el vulgo</p><p>echar un polvo. La mujer</p><p>es polvo y sólo polvo puede trasmitir;</p><p>a ellas debemos el barro que nos forma,</p><p>ese barro indestructible</p><p>del que la jovial ciencia nos convence.</p><p>Y el alma, ¿es inmortal?</p><p>Si es un don del neuma de Dios,</p><p>participa de su esencia</p><p>y su misma existencia comparte.</p><p>La carne para nada aprovecha,</p><p>la palabra es espíritu y es vida.</p><p>La conciencia que somos, el ser puro</p><p>es un atributo que sólo Dios nos da.</p><p>Si la materia permanece</p><p>y divina es la consistencia del alma,</p><p>compartimos el mismo enigma</p><p>que confiere razón al universo,</p><p>y de cuyo propósito participamos;</p><p>procedemos del mismo útero</p><p>que da matriz al tiempo</p><p>y en el misterio de su ciclo</p><p>nos englobamos. Juntos</p><p>caminamos hacia un destino necesario,</p><p>de lo contrario sólo cabría</p><p>la vanidad y el absurdo,</p><p>la duda de un perplejo ¿Para qué?</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-70757638290814278842024-01-10T14:55:00.000-08:002024-01-11T07:03:42.989-08:00The Sundowners y la gorra de Ustinov<p> He cometido una frivolidad, lo confieso. He adquirido on line una gorra de marino. La frivolidad reside en que toda mi experiencia marinera se reduce a un crucero veraniego por las islas griegas y algunos cortos trayectos maritimos efectuados en Italia, por la laguna veneciana y el golfo de Nápoles, que recuerde. Me ha impulsado a la compra el hallazgo de una gorra de éstas en una tienda de cachivaches, que, tras probármela, finalmente no me he decidido a comprar. Semejante fetiche ha desempolvado el desván de los sueños incumplidos. Reservo hacia el mar la nostalgia de no haber emprendido el destino aventurero del marino en mi juventud. Mi propósito de convertirme en un lobo de mar lo frustró la realidad de mi vida, circunstancia que solo retardó el momento de comprender que el mundo no lo puede moldear uno a su antojo. </p><p>No sé quién implantó en mí la semilla aventurera, pues mi padre era todo lo contrario a un hombre dado a la trashumancia y a la afición por los viajes. Seguramente, los promotores de tan descabellado afán debieron de ser Defoe y Stevenson, cuyos libros ilustrados leí entre la infancia y la adolescencia. No sé por qué las calamidades que sufrían sus personajes se me antojaban a mi peripecias dignas de ser vividas. Las vidas Robinson, Long Silver, Black Dog y el ciego Pew me parecían destinos dignos de compartir, vidas de profundo calado, sin desestimar las gallardas del doctor Livesey y el capitán Smolet.</p><p>Alguien dijo que uno nunca pierde al niño que lleva dentro. Tal conjetura la ha despertado el encuentro de la gorra marinera en la tienda de cachivaches. ¿Qué me ha llamado a adquirirla? Seguramente el viaje que tengo previsto a Madrid a primeros de febrero. Como cuento con que en la capital hará frío, me he preocupado de surtirme de las cosas necesarias que me ayuden a evitarlo. Me he procurado guantes y gorro de lana, en sustitución éste la de gorra de sport que llevo habitualmente. Como la gorra deportiva es más bien útil para protegerse del sol, he pensado utilizar el gorro que llevé en Londres bajo un frío de perros. Con el gorro creí ya zanjada la cuestión, pero hete aquí que tropezamos casualmente con la gorra marinera. Al momento, se ha avivado un rescoldo de deseos apagados. No he vacilado en probarme la gorra como digo, y con ella en la cabeza me he encontrado extraño. Toda una vida tratando de reprimir la volubilidad de jovenzuelo caprichoso, y ahora despierta el jubilado con caprichitos. Después he pensado que el gorro de lana es una prenda ominosa, que le confiere a uno el aspecto de un muñeco de guiñol y le pone cara de bobo. He pensando después que un gorra como aquella me podría proteger del frío casi como el gorro de lana. Llevarla por Alicante sería infame, pero en Madrid sería casi lícito; es más, probablemente daría un giro sugestivo a la realidad; en la reseca meseta tal vez tenga algo que aportar un marino de agua dulce. Probándomela, me ha venido el recuerdo de una gorra como aquella que llevaba Peter Ustinov en la película Tres vidas errantes (The Sundowners). He reconocido que mi vida de hoy se parece mucho a la de ese vagabundo solitario, en busca siempre de su libertad, persiguiendo por los caminos polvorientos un trozo de vida verdadera, en compañís de la familia Carmody. No me he podido resistir a volver a comprar esa vieja novela de Jon Cleary, que seguramente malvendí.</p><p><br /></p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-77497168565784486772024-01-07T15:55:00.000-08:002024-02-20T02:04:36.109-08:00Acabó la Navidad<p> Acabo el día de Reyes viendo el DVD de la Taberna del Irlandés, de Ford. Irremisiblemente Ford es un proscrito de la seudocultura de hoy. La azotaina final que John Wayne propina a su partener en la película haría tirarse de los pelos a la plana mayor del feminismo atávico. El viejo Duke en la España actual purgaría tras las rejas. Consolémonos con que las costumbres han ido variando con el transcurrir de los siglos.</p><p>Planeo el retorno a Madrid. Si Dios quiere, dentro de un mes patearé de nuevo sus calles llenas de historia, historias y recuerdos. Espero que este sea el inicio de la reanudación de mi vida viajera. Es posible que se dé alguna escapada al extranjero. En cuanto pueda, pienso retornar a Italia. Cuando encuentro algún conocido, durante la conversación siempre se trata de las vivencias mutuas que suscita la península itálica, añorando sus delicias y la conmoción que provoca su arte, en cualquiera de las disciplinas. Durante las festines navideños se me planteó la posibilidad de visitar el extremo oriente. Eso sería demasiao; como dar un giro copernicano a la vida. Si tal milagro se diera, estudiaría la posibilidad de dejarme caer por Australia y Nueva Zelanda o cumplir ese sueño dorado de visitar la Polinesia francesa. ¡Veremos a ver!</p><p>A día de hoy, disfruto de mis días, dejándome llevar por el río inefable de la música; me dejo acunar por el adagieto de la 5ª de Malher, en una copia en vinilo del soundtrack de la Muerte en Venecia de Visconti, conducida por Franco Mannino. En mi vieja cadena suena de cine. A día de hoy creo que el 50% de la película debe su fascinación a la belleza de esta música, que escarba con su melodía en los anhelos del alma; es como un Tristán e Isolda más ruboroso. De mi primer visionado de la película salí embriagado. Supongo que sufrí el trance de la emoción estética, que es algo así como un síndrome de Stendhal placentero aunque exacerbado. No se si se debió tal trasposición a la vaporosa fotografía, a la exquisitez aristocrática de los ambientes que conmocionaron a un hijo del proletariado, o al paroxismo espiritual de la música, última sugerencia por la que yo me inclino. El adagieto me embriaga tanto como Bellini, cuya Norma no paro de escuchar en una vieja grabacion de María Callas, así como también I Capuleti e i Montecchi, donde me abruma el Romeo interpretado por Agnes Baltsa. No paro de encontrar matices, inesperadas nuevas delicias que se descubren tras de cada audición.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-37220279378360471622024-01-04T16:46:00.000-08:002024-01-09T10:44:38.701-08:00La tarea del héroe<p> Leo "Sombras en la hierba" , de Isak Dinesen, mujer extraordinaria, donde en su primera glosa ofrece una semblanza de su criado Farrah Aden, el somalí que cuidaba de su hacienda en África con la misma eficacia de un mayordomo inglés de alto copete. Lo recuerdo en la memorable película de Pollack, siempre a la sombra de su Msabu, pronunciando la rúbrica de "Dios es grande".</p><p>Y Dios es grande, en efecto, pues de lo contrario no estaríamos aquí para contarlo. El me ha permitido llegar a estos años de recapitulación, dejándonos contemplar la vida a toro pasado. El torrente del vivir ha trascurrido, como un caudal proceloso arrastrando heterogéneo fango en su corriente. Hasta la jubilación, fue un tiempo de lucha, en persecución de una meta que yo mismo ignoraba. No sabía a dónde me encaminaba el destino. Un impulso ciego me espoleaba a continuar, a no cejar en la pelea. Desde niño supe que en mi mirada latía un aliento de eternidad. Sólo me resarciría que mi vida no resultara banal. Sufrí lamentables experiencias que echaron por tierra todo mi pundonor: fracaso escolar, vejaciones durante la mili, reiterados desengaños amorosos que condujeron a la disipación y el caos. Todo ello me hizo tocar fondo. Dios me mostró la crudeza de vivir, y ello me hizo reaccionar. Hube de sobrevivir contra todo pronóstico, mascando la amarga purga de la derrota. En mi horizonte sólo brillaba una esperanza, acometer algo valioso que justificara el yermo de mi vida. Una luz milagrosa que iluminara la tenebrosa existencia. Durante treinta años de duro trabajo asenté mi vida y di a luz siete libros, que constituyen hasta el momento mi obra literaria, mi descendencia espiritual a falta de vástagos naturales. Como conozco el talante de los hombres en este mundo, no me resulta extraño que mi obra no se valore. La fama erige a su ídolos y los derriba. No espero que en un mundo encanallado brille la justicia. Me conformo con que en una librería de lance un desconocido haya comprado uno de mis libros. Acaso llegará un día en que sean muchos los desconocidos que encuentren algunas razones en la humildad de mis escritos, refrendando que mi tarea no ha sido vana.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-80539940914175168132023-12-29T14:30:00.000-08:002024-01-03T11:52:21.272-08:00Vísperas (poema improvisado)<p> Abro las heridas</p><p>por donde sangra la vida,</p><p>late el corazón,</p><p>el tiempo obsede.</p><p>La distancia se hace encrucijada.</p><p>Irradia el sol</p><p>como ausente,</p><p>detenido en un firmamento de silencio.</p><p>Una esquirla perforó</p><p>la turgente blandura de una hoja;</p><p>cae la gota imprescindible</p><p>en el estío.</p><p> Ruptura</p><p>del nexo intangible del olvido</p><p>y el ahora que derrama</p><p>el cáliz saturado de vacío.</p><p>Ventanas entreabiertas;</p><p>barre el viento la pradera</p><p>intransitada y herbosa</p><p>donde antaño un río</p><p>describía su cauce,</p><p>esa agua desvanecida</p><p>y sin esencia,</p><p>donde medita el paisaje</p><p>y el ojo precipita</p><p>la única certeza fugitiva.</p><p>Hubo un ayer, si no</p><p>no tendríamos un ahora;</p><p>eso nos completa lo vano</p><p>que se escapa cual polen</p><p>en la brisa.</p><p><span> </span><span> </span><span> </span><span> Relampago</span><br /></p><p><span>que ciega con brillo</span></p><p><span>de instantánea, llamada</span></p><p><span>a resurgir en el perpetuo ciclo.</span></p><p><span>En la noche rumorosa</span></p><p><span>se apagará la lámpara,</span></p><p><span>latirá lo inconcreto</span></p><p><span>con fluidez de lágrima.</span></p><p><span>Extraña anacronía</span></p><p><span>donde el dolor arrebata</span></p><p><span>el más gozoso encanto.</span></p><p><span>Cuando el sentimiento muere</span></p><p><span>se desmorona el día.</span></p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-89831893822434177122023-12-22T02:47:00.000-08:002023-12-23T07:51:06.456-08:00El misterio de una sombra<p> Eran las tantas de la noche,</p><p>Yo orinaba.</p><p>Sobre la pared de encima del retrete,</p><p>Una sombra se proyectaba.</p><p>Esa sombra no era la mía.</p><p>Presentí que una presencia próxima,</p><p>En el misterio, me acompañaba.</p><p>Mi alma sintió el roce de su rebaba.</p><p>No adivino qué querría.</p><p>Yo ya saldé las cuentas de mi ignominia.</p><p>En cualquier caso,</p><p>Que arregle el pleito con mi abogado.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-5341271887190741952023-12-11T15:48:00.000-08:002023-12-24T03:14:03.449-08:00Desazón<p>He abrasado mi garganta con el guisqui,</p><p>queriendo mitigar el último dolor,</p><p>sin conseguirlo.</p><p>Fabricarás un mundo de paisajes inefables,</p><p>escucharás esa música sublime</p><p>que invita a redimir el sentimiento,</p><p>te sentirás realizado creyendo haber escrito</p><p>un poema perfecto,</p><p>olvidarás tu tiempo observando la armonía</p><p>en un cuadro maestro, pero siempre </p><p>quedará coleando esa inquieta desazón.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-45641197885088457802023-12-03T02:39:00.000-08:002023-12-03T02:39:12.467-08:00Tentación<p> Un impulso me plantea</p><p>Dejarme arrastrar por el deseo de la carne,</p><p>Rumbo a un puerto de hipotéticas delicias.</p><p>La grosura de ese cebo disimula</p><p>Un anzuelo del que acaso</p><p>No te puedas nunca desprender.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-71438495748891212502023-12-02T16:54:00.000-08:002023-12-06T11:48:51.804-08:00El Amor, las Mujeres y ...<p> Tomo dos culines de guisqui peleón,</p><p>los deseos de la carne andan al acecho.</p><p>El pecado ya no me resulta atractivo;</p><p>he vivido lo bastante para saber</p><p>que esconde su engañosa fachada.</p><p>Cuando todo naufraga, uno ha de aferrarse</p><p>a la lucidez cartesiana, fiar de la razón,</p><p>common sense, aguardando que amaine la tormenta,</p><p>que enfríen las ascuas seminales</p><p>y se desvanezca de Eros la ilusión.</p><p>Quiero desde la castidad</p><p>sobreponerme al misterio de la carne,</p><p>no ceder a las ligaduras que intentan prenderme.</p><p>No sabemos de la naturaleza de esos lazos,</p><p>si tras su cebo delicioso</p><p>se encubre la amargura de la perdición.</p><p>Hay tentaciones que prometen el gozo</p><p>tras la sumisión, después de tragar la bola</p><p>pesada y amarga del desamor.</p><p>Permaneceré firme en mi empeño,</p><p>no dando más criterio que a mi razón</p><p>aunque sobrevuelen mi cielo</p><p>mil querubes lanzando sus flechas </p><p>ardientes de pasión.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-28538258181097601052023-12-01T12:00:00.000-08:002023-12-05T10:07:46.573-08:00Ratoneras fantásticas<p> ¿Qué se consigue con la divulgación de películas de ciencia ficción, superhéroes, leyendas fantásticas, y mundos paralelos imaginarios?: mantener al individuo en la inconsciencia de su propia realidad, conservarlo ignorante de su necesidades más fundamentales, para que continúe perdido en un camino que lo mantenga perplejo hasta su muerte, despojado de cuanto resulta más esencial para el ser humano. En cada recodo te abordara un farsante con su ominosa mercancia, en cada encrucijada te indicaran que sigas el camino más pedestre. Así tu vida transcurrirá sin asideros donde poder agarrarte, incierta y atolondrada. Te irás tan desnudo como llegaste, por dentro y por fuera, con el remordimiento de no haber encontrado un "para qué" en tu existencia. A quienes intentaron resolver esta pregunta, se los comieron los lobos, disfrazados algunos de ellos como la abuelita, Peter pan o el príncipe encantador. </p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-58037119033597585132023-11-30T13:06:00.000-08:002023-12-15T11:03:25.282-08:00NAPOLEON, DE RIDLEY SCOTT: MI CRÍTICA<p> Acabo de ver, 30 de noviembre 2023, la pelicula que sobre la figura de Napoleón ha filmado Ridley Scott. Mi primera objeción versa sobre el metraje de la misma, en tanto que se quiere glosar el total perfil biográfico de un personaje como Bonaparte. Una película así requeriría un metraje más extenso, al menos equiparable al de las grandes producciones de Hollywood en el pasado o los films de David Lean. Y cito a Lean porque considero que la película presenta algunas analogías con la obra del director británico, especialmente con Lawrence de Arabia en cuanto se intenta profundizar en la personalidad de una figura histórica, agitadas ambas por la pasión de su propia gloria y abocadas por igual a terminar sus días de manera penosa. El film de Lean examina con hondura al personaje de Lawrence, penetrando en la contradicciones de un alma confusa, mientras que el retrato que de Bonaparte hace Scott es algo plano. Salvo el hipotético Napoleón íntimo, envuelto en una pasión cuestionable con Josefina, al resto se lo formula de una manera algo aséptica, casi documental, con un errado intento de concentrar demasiada información en poco espacio. No sé si en esto tiene algo que ver la interpretación de Joaquin Phoenix, que no logra revelarnos con nitidez su personaje. Su cara no deja transparentar qué hay tras de su máscara.</p><p>La película, fundamentalmente, trata de los amores de Napoleón y Josefina, peripecia romántica con la que se trata de atrapar la atención del gran público; y si la película hubiera acabado en eso quizá le hubiera salido más redonda. Scott, aun en formato más reducido, ha gestado obras maestras como Los duelistas y Blade Runner. Pero la pelicula trata de abarcar, prescindiendo de la infancia y primera juventud, la órbita entera del emperador y ahí es donde no hace pie. Nos presenta los acontecimientos más relevantes de la vida de Bonaparte pero, como digo, de un modo documental, sin dar margen a la reflexión. Podríamos decir que el director no se moja. Algunos de los episodios como el asalto al Directorio por las turbas, aplastado por los cañonazos de las tropas al mando de Bonaparte, el golpe del 18 Brumario, o la licencia del Napoleón como un Talibán bombardeando las Pirámides, cuando gracias a su mecenazgo se gestó la obra fundamental de los estudios sobre el país del Nilo, La Descripción de Egipto, quizá se justifiquen por sí solos e inviten a la crítica del espectador, aunque el acostumbrado cinéfago consumidor de palomitas no esté mucho por esta labor.</p><p> Como siempre es espléndida la puesta en escena de las batallas, sin dudarlo rodadas con gran virtuosismo, recordándonos tanto en éstas como en otras escenas palaciegas y en el uso de la música al Barry Lindon de Kubrick. Después de haber rodado Gladiator y El Reino de los Cielos, es obvio que Scott domina a la perfección la retórica bélica.</p><p>En el film, a su vez, hay escenas emotivas como el regreso del emperador desde Elba, y su acogida por la tropa y el pueblo francés; o los consejos que ofrece a los cadetes el Bonaparte ya prisionero en el buque inglés con rumbo a Santa Elena; o su entrada en el Moscú desolado frente a un enemigo que actúa sin nobleza; o la carga final en Waterloo, donde sable en mano un emperador, como no se daba desde la antigüedad, lucha por la victoria como el último recluta, acaso buscando la muerte heroica, a diferencia de un Wellington que lo observa impasible desde su cómoda posición en la retaguardia, recordándonos que el estratega nunca se apea de su promontorio privilegiado hasta donde no salpica el estertor de la sangre.</p><p>Quizá la película exigía una apuesta más ambiciosa, que acaso la actual industria sea incapaz de abordar. A todas luces, aventuramos que la producción muda de Abel Gance la supera. Presumimos, sin embargo, que tal vez el cine no sea el vehiculo más indicado para divulgar a las grandes figuras historicas, pues en buena parte se frivolizan y hurtan cualquier exposición minuciosa. Deberemos, sin embargo, dejar madurar la película para enjuiciarla en el futuro de modo más cabal, pues éstas como los vinos mejoran en calidad o se malogran. Como digo, conociendo su trayectoria, hubiera esperado del director una visión menos convencional de Napoleón, menos ajustada a la vox populi. Por mi parte, creo que ese escrutinio final de los muertos habidos en las guerras napoleónicas, que quizá sea políticamente correcto, no me parece de buen tono. Nada sabemos de cierto de las motivaciones últimas que impulsan a los pueblos a enfrentarse unos contra otros, buscando para el caso una cabeza de turco con la que exonerarse de culpas. </p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-50332891387376496412023-11-25T11:59:00.000-08:002023-11-26T10:11:04.185-08:00Suspicacias<p> A estas alturas, resulta fatuo confiar en la inocencia de nuestros gobernantes. Cada una de sus concesiones habrá de examinarse con lupa. No deberemos desdeñar que sus metas quizá difieran de cuánto estimamos recomendable. </p><p>No nos dejemos llevar por consignas aberrantes. No se debe tragar la papilla que nos ofrecen antes de haber analizado sus ingredientes. Ya no estamos en la sociedad del bienestar, sino en la comunidad del consentir.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2652678322829334413.post-57850333287796187292023-11-17T16:22:00.000-08:002023-12-25T15:33:50.949-08:00Italia<p> Paradójica es la suerte de Italia,</p><p>contradictoria en sus asuntos privados,</p><p>procura la felicidad al resto del mundo.</p><p>Italia, joya del Mediterráneo.</p>Francisco Juliáhttp://www.blogger.com/profile/06793438989350900133noreply@blogger.com0