puedo escribir los versos más tristes esta noche...
escribir por ejemplo: los candentes amoríos enfriaron ya su llama
y siento sus impulsos prestos a desfallecer.
De aquella pasión sólo prevalecen tibias ascuas,
el recuerdo de un pecho donde no cabía un corazón,
el resquemor de un desengaño confesado frente al mar,
como buscando un consuelo en su rumor.
Su fuego ya no devora mis instintos, es verdad,
pero su memoria aún anima mis nostalgias con calor.
Hoy he paseado por las calles donde antaño
me enervaban fragantes sus jardines
y un augurio me dictaba: hoy la puedo conquistar.
Pero pronto advierto el ensueño momentáneo
pues el sol es ahora ya más viejo y sus rayos
parecen no irradiar con la misma intensidad;
ya no te tropiezo de regreso de la escuela,
ni de lejos te sorprendo asomada en el balcón
ni coincidimos en el bar donde tu ronda me llevaba.
De todo eso ya no queda nada,
acaso el doliente suspirar,
la certeza del tiempo que se va o la añoranza
tal vez de que el frio rescoldo se torne llama
y la fatiga de la vida frenesí.
Porque quisiera en esta noche
no tener versos tan tristes que escribir.