Escrutinio (soneto)

 Ese árbol añoso donde la rama

se desnuda del traje de la hoja,

como el tiempo, raudo, al hombre despoja

del sueño perseguido de su fama.


Ilusoriamente arderá su llama,

hasta que una luz de certeza escoja

el momento exacto de gran congoja

donde toda presunción se proclama


fatua para el escrutinio del alma,

ajena al designio de los dados,

que huyendo del trajín busca la calma


y persevera en esos ratos encontrados

entre el vil tropel de días desahuciados,

sin favor el premio, muda la palma.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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