Ya cuando la luz abre nuestros ojos,
y vemos del camino su trazado
invariable, sus mismos meandros, pocos
sus remansos,con los pasos contados,
nos convencemos de que tan solo una
es la senda, solo una la palabra dada;
por alimento la fruta oportuna,
un solo despertar, lo demás, nada.
La sola...
LA SOLA POSIBILIDAD. soneto
