Tu vida se forjó en las máximas
con q T ue Salomón enseñaba.
No por complejo fuiste sabio
sino que en la sencillez
fue la verdad encontrada.
Fluye la palabra en ti
como el manar de una herida,
como del manantial que bebí
en aquella fuente escondida
De Castilla son los campos
de atardeceres sombríos,
de encinares oscuros,
de soledad, de ríos
de rumor gozoso
que fluyen junto a los chopos.
Es tu verso dócil, claro, cristalino,
suave como los céfiros,
en su decir comedido,
con la metáfora sobrio,
en cada palabra preciso.
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