Que contrariedad de amores
los míos con Encarnita,
pues en obtener una cita
no faltaron mil rigores.
Planteéle relaciones,
mas ella me respondía
que el corazón ya tenía
sujeto a otras pasiones.
Dije que lo mïo era serio,
de ir al altar primero.
Mas no le iba el climaterio,
pues era su solo esmero
ser mecánico tornero.
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