Quisiera esta noche no odiar,
y que no se tenga por debilidad
ni gesto inadecuado
de afeminado galán.
Aguardar que el olvido
deje en el alma su poso
como ave que vuelve al nido,
y que la compañía acompañe la soledad
Pensar que en el hombre
aún resta lealtad de amigo.
Querer que nuestro egoismo
no endurezca el corazón;
ahí queda mi abrazo entrañado,
mis lágrimas buscando el perdón.
Sé que en nosotros anida
un gérmen de discordia,
un largo trayecto de desamor,
que obstruye el paso
espontáneo de la reconciliación.
Sin embargo, aún espero
que el fuego sincero
que arde en mi corazón
cobije su intimidad
en el seno de otro anhelo.
Quiero dar paso al amor,
pese al peso de los años,
los desengaños, el resquemor.
Quisiera esta noche no odiar,
sanar las heridas de amor,
creer que entre hombre y mujer
aún pueda mediar una flor,
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