No puedo pasar sin ver el mar

 No puedo pasar sin ver el mar.

Apacible o bravío. De intenso azul

o grisáceo en los amaneceres tristes.

Metáfora del ser o de  la voluntad,

del tiempo o de lo eterno.

Con tu continuo movimiento,

en olas mansas me traes la paz

susurrando al ocaso tranquilo.

Pienso que en las tardes sin viento

tu braveza apacigua su nervio

y traes a mi alma el solaz,

en ese otro mar que se agita por dentro.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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