Qué no daría porque supieras...

 Siento la gota del silencio

caer persistente en mi soledad,

desde  el grifo del tedio

donde se confunde la oscuridad;

siento la ausencia de tus besos

que recuerdan a mi corazón su orfandad,

estampas de un album de recuerdos

con encuentros que no se pueden encontrar; 

siento precipitarme en el vacío

como si me faltara el centro de gravedad

y hasta mis íntimos rincones entra el frío

del cotidiano quehacer donde no estás.

El tiempo se llevó la primavera

de la que sólo quedan hojas secas.

El mar se tragó las torrenteras

y el olvido las memorias viejas.

¡ Qué no daría porque supieras

que nada es la vida cuando te alejas,

triste la mirada que tu no vieras

y lleno el corazón de amargas quejas!

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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