Siento la gota del silencio
caer persistente en mi soledad,
desde el grifo del tedio
donde se confunde la oscuridad;
siento la ausencia de tus besos
que recuerdan a mi corazón su orfandad,
estampas de un album de recuerdos
con encuentros que no se pueden encontrar;
siento precipitarme en el vacío
como si me faltara el centro de gravedad
y hasta mis íntimos rincones entra el frío
del cotidiano quehacer donde no estás.
El tiempo se llevó la primavera
de la que sólo quedan hojas secas.
El mar se tragó las torrenteras
y el olvido las memorias viejas.
¡ Qué no daría porque supieras
que nada es la vida cuando te alejas,
triste la mirada que tu no vieras
y lleno el corazón de amargas quejas!
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