Yo quisiera que mi arenga, Sabina,
no resulte intempestiva o cansina.
Leo con provecho tus cien sonetos
volanderos, satisfecho, sin vetos
ni resquemor por tu facundia hábil,
fértil en naturales y de pecho
donde aun el más locuaz sería inhábil
y triunfante tu verbo por derecho.
Juraría que inclusive...
Soneto a Sabina
