Escucho en YouTube la vieja canción de Brel, "Ne me quite pas". Vieja pero es una canción joven, o al menos para jóvenes. En ella el eros viene unido a la sentimentalidad. Es así como los jóvenes experimentan el impulso amoroso. En el hombre maduro la calidez de la pasión se enfría y los limites entre instinto y espíritu se demarcan. La canción de Brel que antaño me conducía al orgasmo sentimental, hoy la encuentro algo afectada, en exceso romántica. Es necesario encontrarse en la edad de la ingenuidad de la pasión para vivir verso a verso su lírica propuesta. Qué quieren que les diga, a día de hoy me dice más ese Jacques Brel que condenado por el cáncer desertó hasta las islas Marquesas y allí rodeado de la más exuberante vitalidad supo aguardar el último suspiro de una vida que pudo ser desaforada pero seguramente digna de vivirse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario