Flor de castidad

La gracia ha perdurado
del rigor de tu ascética.
Mantienes la sonrisa cándida
donde no trasparenta el dolor,
dolor que ha mitigado
la catarsis de la cruz,
cuyo bálsamo melifluo
te fecunda el corazón.
La intimidad a Cristo 
has entregado; en sus brazos
tu esperanza reposa;
por Él ceñiste el anillo
de tus nupcias puras,
porque la gracia
de su amor te ha traspasado
como las espinas sangrantes
que sus sienes coronan.
En la ascesis del cenobio
te vacías de ti misma
para llenarte ávida
de plenitud eucarística.
Sin duda en vida nueva
te has colmado, eterno
éxtasis que nunca podrá
suplir el amor perecedero.

Compartir en Google Plus

Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

  • Image
  • Image
  • Image
  • Image
  • Image

0 comentarios:

Publicar un comentario