¡Sal a cantar con los rayos de la mañana!
¡Sal al día claro!
La noche ulula como un pez agonizante;
tiene los ojos de barro,
basamentos de lija la sostienen.
¡Sal al día claro!
En el centro del agua, donde llora el río
y se pierde en espuma, rodando.
¡Sal al día claro!
¿Dónde hay más que noche, que llanto y que despido?
¿Dónde la mano se confía?
¡Sal al día claro!
Quiero más que un grito, una amenaza o una muerte.
Decidme, ¿existe algo?
¿Algo que colme este vacío que horada bien profundo?
¡Sal al día claro!
¿Hay más que hiel, horca, navaja y botella?
¿Hay más que horror, espanto y derrota?
¡ Sal al día claro!
¡ Sal al día claro!
Estrecho vuestras manos y las alas de la vida
sobrevuelan mi cabeza.
Una palabra sola, una palabra basta.
Con todas las fuerzas, con todas las manos,
en limpia comunión es ya
¡El día claro!
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