Misiles sobre Kiev.
Qué cercana Ucrania con la televisión.
En la mesilla de noche
una vieja edición
del Hombre de Kiev, de Malamud.
(¡Qué hermosa película de Alan Bates!)
Parece que los rusos
la tenían tomada de siempre
con judíos y ucranianos.
La historia nos hace desconfiar
de todos los rusos con nombres
acabados con el sufijo "ín".
Empezamos con Rasputín,
continuamos con Lenín y Stalín
y acabamos con Putín, ¡jolín!
¿Qué será de esos otros Tolstoi
Dostoyevski, Chejov,
Chaikovski, Korsakov,
Turgenev, Mussorsky, Goncharov?
¡Qué lejana hoy se nos queda su voz!
Tchín, tchín, tchín
Rasputín
Lenín
Stalín
y ahora
Putín
Tchón, tchón, tchón
¿Y si los nombramos con la "o"?
Empezemos:
Rasputón...
¡Menudo follón!...
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