Pelé se apaga por un cáncer.
Mundiales en Qatar.
No me importa quien pierda o gane;
el tranvía de la vida hay que dejarlo pasar.
Los nuevos tiempos nos traen
a nuevos héroes,
aun huérfanos de Píndaros
que los sepan cantar.
No se quién, hace años,
compuso una oda a Jairzinho,
que nos supo a Olimpia
en heróico hexámetro en sazón.
Exaltó el coraje del galope
grácil del extremo,
la finura de su olfato de gol.
Comó de Píndaro nos queda poco,
sirva de homenaje
esta escueta oda de corazón.
De Pele la hábil filigrana de su fútbol
llenó el sin sentido de los sueños
con el milagro de una ilusión.
Era quien más sabia de los hombres,
era quien más sabia del balón.
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