DE AUSENCIAS

 Vacías pasan mis horas por tu ausencia,
 sólo es polvo, disipación, lo que el reloj señala.
Las horas serían fútil discurrir sin clemencia
si la misericordia de Dios no las llenara.
De su condescendencia vivo, me nutro y alimento,
ya que de tu larga ausencia ansío y desespero.
Nada soy, porque solo tú me deshabitas,
y de tu ausencia  mi soledad reniega.
Soledad, soledad contrita, que con fervor venero,
pues imposible es el gozo que el vivir nos niega.
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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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