En torno a Platero y yo

 Platero y yo, por lo poco que se le recuerda, se diría un libro trasnochado. He oído decir incluso, a gentes que no aman la palabra, que es un libro cursi. Para mí, sin embargo, tiene un profundo calado y hace estremecer las fibras íntimas de mi  sensibilidad. Lo considero uno de los libros fundamentales de nuestra literatura. Con una proximidad al lector análoga a la del Quijote. Porque, ¿cuántos son los libros redondos de nuestro canon? Tras el Quijote, tan sólo unos pocos. ¿ El buscón? Algo de Bécquer, Las sonatas de Valle, ciertas página de Azorin y Miró. Para algunos La Regenta; según otros el Lorca más inspirado. Entre todos ellos hay un hueco para Juan Ramón y Platero y yo.

He oído decir que la personalidad del poeta tenía poco en común con su obra. Su críticos lo tildan de neurótico y malediciente.Seguramente, era un hombre celoso de su trabajo, en el que empeñó todas sus energías. Fue poeta en todos los aspectos, cultivó todas las vertientes que reclama el númen. Su verso tiene una crístalina elegancia, cuajado de aires fragantes del sur. En cuanto a su prosa, es sencilla y honda, lírica y elegíaca, pulida como una joya en la que se ha limpiado toda impureza. Está escrita para lectores en los que perdura el vergel de la infancia, para hombres maduros que aún conservan una mirada cándida de adolescencia.

Períodicamente recurro a la lectura de Platero y yo; su candor se pega a mi alma como una lapa. Lo leo como se leen los libros inspiradores, apurando lentamente su néctar y tratando de no desaprovechar ninguna de sus esencias. Me cuesta decir lo he concluido. Lo saboreo saltando al azar por sus episodios, según me dicta el ánimo del momento. Esta suerte de lectura sólo es análoga a la que reservo para La Biblia, En ésta me gusta saltar de un libro a otro, seleccionar pasajes, elegir, por ejemplo, los salmos predilectos del libro de David. Así releo Platero...Aguzo el oído para escuchar los rumores de su prosa, la agonía policroma del crepúsculo en Moguer, la esencia mestiza de Andalucía. Sí, Platero y yo ocupa ese rincón aparte en el corazón de la lectura. 


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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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