Algo más sobre Borges

 Veo y escucho algunos documentos sonoros sobre Borges. La mayoría filias y fobias hacia ciertos escritores, decires y dislates. Visioné uno muy interesante acerca de Leopoldo Lugones, que hacía hincapie en la animadversión e inquina que le profesaba Borges. Lugones fue como el padre literario de autor del Aleph, y al que como buen Edipo era necesario aniquilar. Durante sus primeros años de escritor Borges no ahorraba burlas, dardos envenenados y satíricos florilegios, encaminados a desprestigiar al insigne poeta. Teníamos a Borges como un ser vulnerable, inadaptado, urgido de afectos, clarividente en su ceguera. Pero en las criticas que lanzó sobre Lugones encontramos al rival inmisericorde que quiere alcanzar su propia gloria a costa de degradar y silenciar a su oponente. Confieso que los primeros versos que leí de Lugones me complacieron agradablemente; se titulaban A ti única (quinteto de la luna y el mar). Sabemos que, sólo a la muerte del poeta, la cual acaeció con tintes trágicos, Borges varió el contenido de su crítica, volviéndose ésta más ponderativa y laudatoria. A su vez muchos otros afamados poetas,o renombrados hombres de la cultura, no gozaron de la aquiescencia borgiana. Pero debemos de tener en cuenta que un aislado punto de vista no invalida la visión de conjunto.

Sus dardos fueron implacables, a su vez, con Neruda, a quien si bien se puede censurar sus mezquinas odas a La lechuga y al Apio o a José Stalin, tambien merece ser recordado por sus Alturas de Machu Picchu  y algunos estremecedores poemas de su Residencia en la Tierra. ¿No envidiaria Borges el relumbre de algún galardón? ¿ La talla de alguna obra copiosa que pudiera hacer sombra a su concisa producción?

 Borges fue, acaso, el escritor en lengua española más influyente del pasado siglo. Pero, ¿Qué clase de escritor fue Borges? Posiblemente el modelo del escritor pedante, aprisionado en el laberinto de barrotes de su biblioteca, en cuya penumbra pulía la joya de su literatura emulado el esplendor con el que el tallista Spinoza bruñó los diamantes de su pensamiento. 

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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