el hombre es como un perro
al que están diseccionando,
espirítus de sombra
se reparten su mente,
extrañas voluntades
urden en su instinto,
el hombre se ha perdido
en un río sin retorno,
donde suplantados paisajes
distraen el mundo cierto
vampiros en sigilo
chupan el néctar de sus sesos,
rameras estériles
maman los frutos de su semen,
cerebros confundidos
transitan una inconsciencia
de imposible encuentro.
Dicen que es malo
que el hombre esté solo...
huye de las muchedumbres,
del hombre vacuo y sus costumbres,
penetra hasta el núcleo de ti mismo,
ese fondo libre
de las telarañas de las cosas.
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