Las telarañas de las cosas

 el hombre es como un perro

al que están diseccionando,

espirítus de sombra

se reparten su mente,

extrañas voluntades

urden en su instinto,

el hombre se ha perdido

en un río sin retorno,

donde suplantados paisajes

distraen el mundo cierto

vampiros en sigilo

chupan el néctar de sus sesos,

rameras estériles

maman los frutos de su semen,

cerebros confundidos

transitan una inconsciencia

de imposible encuentro.

Dicen que es malo 

que el hombre esté solo...

huye de las muchedumbres,

del hombre vacuo y sus costumbres,

penetra hasta el núcleo de ti mismo,

ese fondo libre 

de las telarañas de las cosas.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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