La raíz de la vida

 Te pondrás en marcha 

sin preguntar si fue

el sueño apacible,

si gélida la aurora.

Recordarás el seco leño

que aún arde en la chimenea,

pero no mirarás atrás,

ni los recuerdos te detendrán.

Pronto tropezarás

los escollos del camino,

la helada entumecerá 

tus manos y el rayo

descargará bien cerca.

Sí, son muchos los obstáculos

que saldrán a tu paso,

que tratarán de amedrentarte,

que intentarán que tu ánimo 

decaiga y desistas del empeño;

pero continuarás hacia delante;

porque sabes que la meta es el camino,

y andar su senda es lo que justifica.

La vida no debe pedir disculpas,

porque en su raíz vive la esperanza.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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