Cuando se llevan años de lector empedernido, muchas de las lecturas las componen no ya la de nuevos libros que nos acercan a distintos horizontes y mundos desconocidos sino a las relecturas de antiguos libros que han dejado huella en nosotros. Recientemente, he afrontado una segunda lectura del ensayo La cultura egipcia del autor John A. Wilson, editado por el Fondo de Cultura Económica. Recuerdo que su primera lectura supuso una experiencia positiva. Es de los pocos libros sobre el antiguo Egipto que tratan de penetrar con inteligencia en el meollo que constituía aquella milenaria civilización. Lo mejor del libro es que no trata de un acercamiento histórico pero esquemático al acontecer del país del Nilo, sino de un análisis madurado de los diversos órdenes, político, social, religioso, cultural, que articulaban el reino faraónico. En él podemos interpretar con cabal detalle el mosaico de voluntades, pautas y creencias que modelaron tan arcaica sociedad, quizá la primera que alcanzó un aceptable nivel de desarrollo y que llegó a tener una conciencia clara como nación. En diversos apartados se nos aclaran conceptos fundamentales para comprender el sentir y el obrar de los egipcios, en términos tales como "ma´at", que en sí contiene su concepción del orden natural y moral, orden en el que el faraón juega un papel importantísimo como mediador y preservador del necesario equilibrio. Equilibrio sin el cual un mundo tan dependiente de una geografía condicionante jamás hubiera progresado. En el libro se tratan otros muchos aspectos, recorriendo su historia y señalando el problema que en cada época fue determinante, desde los constructores de las pirámides, al imperio Tutmósida y Ramésida o la herejía de Tell -Amarna, que llevó a la decadencia bajo los hicsos y a ese epílogo descolorido que culminó con la invasión de los persas. Libro el de Wilson recomendable en todos los sentidos. En pequeño formato, igualmente sugestivo al que escribiera sobre la más pintoresca civilización Françoise Daumas.
Como nueva relectura he escogido un libro sobre el que guardo un especial cariño: La Atenas de Pericles, de C.M. Bowra. Este fue uno de los títulos que me lanzó a navegar por la gran aventura griega. Cabe decir que tales libros no son ya solo para la inteligencia sino para el corazón.
0 comentarios:
Publicar un comentario