Fuera de esperar que me indignara,
que renegara del destino su arbitrario proceder.
Creí que la paloma en mi palma bebería;
que había cambiado el albur del infortunio,
pero de nuevo la vida muestra su revés.
En otro tiempo me desahogaría
con algún desaire soez, sin ánimo de ser
descortés exigiría algún por qué;
pero por desgracia el desamor
siempre es cosa de tres.
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