Supe de la luz el nombre

Supe de la luz el nombre,
de la desazón del silencio
al filo de las hojas
en el sendero solo
del ineludible otoño.
La fina llovizna
barnizaba la hierba 
de reflejos y por los troncos
sombríos del bosque
trepaba la yedra
tratando de abrazar 
la arcaica solidez del leño.
En las copas desnudas
ya no anidaban los pájaros
y entre sus ramas 
asomaba la inclemencia
gris del cielo tormentoso.
¿Vendrá otra primavera?
¿o yacerán las hojas resecas
hasta pudrirse en el légamo húmedo?
¿Veré otra vez la flor,
el rayo de luz tierna 
acariciando la floresta
desde su lejanía del azul insondable?
¡Luz! Tan esencial
y breve como mi "voz".
Luz, voz...
ventanas de Dios.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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