Fulgor de las horas

Fulgor de horas perdidas,
ímpetu de manos
anhelantes y estremecidas,
el dolor nunca es en vano,
ni el peso de la vida duradero;
mas el olvido es temprano
y todo propósito efímero.
La dicha que aguardamos
será como cada verso,
traslúcida como el cristal
que apenas vemos,
sin poso, ni distancia,
indeterminante, incierta
como arrebato fatal
de llama en el vacío,
como el silencio seco
que sucede al grito,
como las lágrimas fieles
en el postrer lamento.
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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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