Soneto a Mishima

Andar hacia una sentencia aplazada

fue el trágico sendero de tu vida,

nada pudo enmendar la vieja herida

sino el acero ancestral de tu espada.


Era tu sino el femenil del poeta,

pero a la fértil pluma preferiste

el camino samurái como meta.

En su romántica muerte advertiste


más honor, que en la belleza, en el rito

triunfal del seppuku sobre la nada.

Tu inmolación recobra el mito


cuando el ígneo sol  fulge en llamarada,

gloria de Amaterasu que deshace

el temor en el grito kamikaze.


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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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