Eco dormido

 eco dormido en el alma,

naufragio de desesperanzas,

quimeras que destilan los poros del deseo,

¿prosperará ese sueño sometido

de la evanescencia de vagas nostalgias?

Conocéis mi solitaria espera,

ese grito ahogado

porque nunca llegó a ningún oído,

el talento sin objeto malgastado.

la duda enquistada, el desaliento,

la leve disconformidad fugitiva.

Bajo el cuero cabelludo

laten mis pensamientos,

por los que transita el anhelo

como el agua límpida transcurre

sobre los guijarros del río.

Ellos, los pensamientos, 

en su íntima fragilidad,

 me dicen que estoy vivo,

y la esencia de ellos mismos

garantiza que soy con el universo.

En la palabra que cimenta su sustancia

reside la plural confianza; en el consuelo

del diálogo regresamos al núcleo primero.

Por la palabra fuimos concebidos;

entretejiendo en su urdimbre

tratamos de descifrar el laberinto desconocido;

con ella se expresa con callado tesón el tiempo,

lo variable, lo sucesivo.

El orden de su gramática procura,

como el compás que traza una geometría,

que el margen de nuestra ilusion no sea vano,

iluminando su destello la tiniebla estéril.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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