La última tentación

Confieso no haber visto la película La última tentacion de Cristo, de Scorsese, ni leído la novela homónima der Kazantzakis, aunque la conservo en mi biblioteca. En el trailer promocional de film se insuaba cierta inclinación sensual del Salvador hacia María Magdalena como fundamento de tal tentación. No creemos. sin embargo, que tal tentación se originara por el apego de Jesús a lo sensorial, a la ataduras naturales de la carme. Queda claro en los Evangelios que la tentación tiene efecto durante el trance decisivo de Getsemaní, mientras los discípulos duermen, y cuando todas las incertidumbres de la noche se ciernen sobre él, llenándolo de angustia. La tentación va ímplicita en la frase: "Padre, si es posible, pase de mí este cáliz". En ella Cristo vacila, pone en entredicho su divinidad. Su naturaleza carnal tiene aquí su última palabra, que Cristo silencia con la apostilla: "Pero no se haga mi voluntad, sino la Tuya". Tal asunción queda corroborada poco después, cuando vienen a prenderle, y confirma su identidad a los guardias del sanedrín: "Yo Soy". Aquí Cristo manifieta su naturaleza divina, uno mismo con el Padre, vencida por completo la tentación.


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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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