El sur

 


He bajado al sur. El sur constituye la mitad de mi herencia. Alli he reencontrado lo que se fue; la sorpresa inesperada al cruzar Despeñaperros: esos montes abruptos, llenos de verdura, con corrientes que acaso solo se espera encontrar en la España cantábrica. Otrora fueron barrera aislacionista, refugio de bandoleros, jalonando la Andalucia atávica, sede de los reinos moros;  luego región ensimismada y contentadiza, de charanga y pandereta. En esas cumbres, al descubrirlas por vez primera, pareció cambiar mi concepto de Andalucia, la Andalucía oriental, a la que había imaginado pobre, yerma, superficial y estentórea.  La visión interminable de los montes de olivar, desde el mirador junto a las murallas de Úbeda, despertaron algo inefable en mi alma.

Pero mi destino principal era Linares. Linares la discreta, religiosa y minera. No destaca Linares, como Úbeda y Baeza, por su riqueza monumental, sino como ciudad modesta y laboriosa. Sus renombradas minas remontan a los romanos, que elaboraron su plomo y sus vetas argénteas. Tal riqueza dio a Linares su período de esplendor, cuando los pozos fueron a caer en manos de patronos ingleses que emprendieron a fondo su explotación. Fue la época privilegiada de Linares, a cuya estación de Madrid acudían viajeros de muchas partes para labrarse un porvenir. En Linares, como en toda ciudad pequeña, pronto se vuelve uno a encontrar con sus propios pasos. Frente a esa estación fantasma a la que ya no llegan trenes. En Linares se ha de tomar la vida con calma, disfrutar las pequeñas cosas. Saborear, en las instancias del recuerdo, lo que significó la ciudad para mí madre: ese reducto paradisíaco donde se fraguó el milagro de su infancia y que le sobrevivió hasta sus últimos momentos.


Compartir en Google Plus

Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

  • Image
  • Image
  • Image
  • Image
  • Image

0 comentarios:

Publicar un comentario