Jesús anda sobre el mar

 


Unos hombres de Galilea,

laborando en una barca,

recojen los aparejos

 tras la jornada de pesca.

Vuelven a Capernaum,

en donde tienen morada,

cuando el cielo se ensombrece

con carbones de tormenta

y la mar se riza brava

mientras la barca zozobra.

El viento sopla furioso

en tanto arrían la vela

y sus vidas a Dios encomiendan.

Se abre un claro en el cielo

por donde la luna alumbra

la mar tempestuosa y expuesta.

Sobre la turbulencia del agua,

una silueta humana

camina en pos de la barca.

Los pescadores, atónitos,

no dan crédito a sus ojos.

Cuentan con que tal prodigio

se desvanecerá por sí solo,

cuando una voz familiar

les anima a no temer

y a hacerle un lugar a bordo:

--¡Soy Jesús, gozaos, amados!

Porque a quien de cierto cree,

hasta la mar se somete.

--¡Maestro, sálvanos que perecemos!

--Hombres de poca fe, ¿por qué dudáis?

Y Jesús clamó a gran voz,

y la tormenta amainó.

--¿Quién será éste, dijeron, 

que hasta se calma la mar

y le obedecen los cielos?.





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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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