La tiranía de Pisístrato

La tiranía, históricamente, tiene mala prensa, por ello es recordado con reservas el gobierno de Pisístrato. Cierto es que el tirano alcanzó el  poder por un golpe de estado, que derrocó un gobierno oligárquico lleno de fisuras, pero no por ello se desligitima su régimen, que contó con numerosos apoyos. El ascendiente de Solón y sus leyes se había diluido, y en Atenas pugnaban distintas facciones que no llegaban a consolidarse. Pisístrato presentó su ejercito en la llanura ática y nadie osó hacerle frente.
Pisístrato dio estabilidad a la política ciudadana, cohesionó el ejército y protegió las obras públicas y la cultura. Durante su gobierno lidió con algunas guerras fronterizas, pero nunca comparables con las que tuvieron lugar en el siglo V. Tal coyuntura favoreció el asentamiento de su tiranía.  La aristocracia rival, resignada  a su éxito político, desarrolló una estrategia de entendimiento con el tirano cuando no de abierta colaboración, como fue el caso de los Filaidas.
La crítica histórica se siente más inclinada a realzar la labor de los Alcmeónidas en la polis ateniense, a través de esos nombres fundamentales como el reformador Clístenes o Pericles, forjador de la época de mayor esplendor de Atenas y garante del régimen democrático. Porque sin duda es este régimen el que despierta todas las simpatías en nuestro mundo moderno. Por eso resulta problemático el juicio objetivo del gobierno de Pisístrato, que favoreció las necesidades del pueblo, estableciendo acuerdos fundamentales con las clases oligárquicas.
Durante su mandato Atenas gozó de un período de prosperidad y engrandecimiento. La tiranía fue censurada en el juicio de Platón, cuya república sagrada no podía simpatizar con una connivencia con la plebe. Aristóteles tildó a Pisístrato de demagogo, que seguramente lo era. En cualquier caso, esos años de gobierno estable prepararon a Atenas para la debacle que le iba a sobrevenir, como fueron las guerras médicas. Que la sociedad ateniense funcionara, en lo que toca a sus instituciones y el ejército, fue decisivo para el triunfo final sobre los persas y para el establecimiento de ese marco revolucionario que fue su democracia.
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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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