El Amor, las Mujeres y ...

 Tomo dos culines de guisqui peleón,

los deseos de la carne andan al acecho.

El pecado ya no me resulta atractivo;

he vivido lo bastante para saber

que esconde su engañosa fachada.

Cuando todo naufraga, uno ha de aferrarse

a la lucidez cartesiana, fiar de la razón,

common sense, aguardando que amaine la tormenta,

que enfríen las ascuas  seminales

y se desvanezca de Eros la ilusión.

Quiero desde la castidad

sobreponerme al misterio de la carne,

no ceder a las ligaduras que intentan prenderme.

No sabemos de la naturaleza de esos lazos,

si tras su cebo delicioso

se encubre la amargura de la perdición.

Hay tentaciones que prometen el gozo

tras la sumisión, después de tragar la bola

pesada y amarga del desamor.

Permaneceré firme en mi empeño,

no dando más criterio que a mi razón

aunque sobrevuelen mi cielo

mil querubes lanzando sus flechas 

ardientes de pasión.

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Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

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