Ni tú eras para menos,
ni lo mío era para tanto.
Lo que quería ser idilio
quedó sólo en quebranto.
No es lógico que aún te ame
al cabo de tantos años,
que mi carne se estremezca
cuando al recuerdo vienes.
Será normal aun en mi muerte,
cuando el sol se apague
y la sed de la agonía ahogue,
buscar saciarme in mortis
en el beso de tus labios,
aunque sólo deseo sea
y una la verdad concreta.
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