Si andas el camino de la vida,
verás en su trayecto
inesperados desvíos, recodos,
bifurcaciones, encrucijadas,
en las que no sabrás
qué sendero tomar.
Es posible que siguiendo
el más cómodo, yerres el destino.
Acaso no aciertes igual
con el más tortuoso, pues tal vez,
sinuoso como sierpe,
conduzca al mismo infierno.
Escoge ese estrecho pero allanado
donde se sientan firmes tus pasos,
donde legua a legua compruebes
que tu peregrinar mejora
y tu esperanza aumenta
superando cada escollo.
Sea tu propósito buscar a Dios,
fin y principio de cualquier dirección,
y por Él y con Él vivirá tu corazón.
0 comentarios:
Publicar un comentario