Nada fluye, parece
la palabra agostada.
No hay nada que rompa
el silencio del corazón
y avive el sentimiento.
¿ Se han desasido los lazos
que mantenían el tácito compromiso?
Por un momento creí
quebrantado el vínculo,
aunque la aldaba de tu voz
aún siga golpeando,
como si el tejido de tu alma
corriera libre por mis venas,
indisoluble el juramento de sangre.
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