Por qué me hablas de ella

 Por qué me hablas de ella.

Tú mismo dices que está lejos...

No comprendes que entre los dos

hay más de una distancia.

¿ No sabes que tus palabras

reavivan algún pálpito viejo

que se resiste a reverdecer,

destapando la venda que devuelve luz al ciego?

Cuando la nombras, renuevas mi celo,

despiertas en el corazón 

el recuerdo de sus gracias.

Hoy nos separa el tiempo,

la distancia, congojas 

desde que sus ojos miraron

con su fulgor veraniego

mi escepticismo otoñal.

¿ No sabes que cuando la nombras

me haces mal,

que la haces más mía, invitando

a mi alma a anhelar sus primores?

No. No la debo querer demasiado

cuando soporto los días con su ausencia,

las semanas vacías de su mirada tierna,

la hartura de los años sin concebirla a mi lado.

Pero sí la nombras es porque no ocultas

que ella guarda cierto afán hacia mí,

que en su pecho aún anida un deseo hospitalario,

que la separación quizá se acorte

hasta que alcance su oído

el trémulo y grave timbre de mi voz.

¿ No sabes que con tus palabras

 alientas la esperanza

de que a su corazón no lo ha colmado

ningún otro corazón?

Compartir en Google Plus

Francisco Juliá

Soy Francisco Juliá, y el deseo de este blog es llegar al mayor número de lectores, compartir una hermandad a la que nos invita lo íntimo de la conciencia.

  • Image
  • Image
  • Image
  • Image
  • Image

0 comentarios:

Publicar un comentario